Notas de bitácora
I
Cuando ya no estés aquí conmigo,
extrañaré las apacibles olas, las gaviotas, el picado de los alcatraces y el
olor a yodo y salitre en los atardeceres.
¿A dónde iremos? y ¿en dónde está ese
lugar que habitaremos? --preguntabas sabiendo que ya era tarde para el
hombre--.
No quería siguiera ensayar una
respuesta.
Ahora que estás aquí conmigo, y a la
puerta no toca la consabida incertidumbre, te pregunto, ¿lo recuerdas?