Monday, September 25, 2006

NUNCA MÁS, NUNCA MÁS

NUNCA MÁS, NUNCA MÁS



En medio del fragor de las bombas

los derviches merodean los palacios de Bagdad

el estupor se adhiere a los poros

las plegarias se fragmentan como granadas


Han pasado una y otra e infinitas noches

Aguanta una noche más Sherezade

Tu piel

tu sangre

tu espíritu

se renovarán con el fuego


Bagdad

aguanta una noche más


En las húmedas orillas del Eufrates y el Tigris

Eliot se revuelca entre ajos y zafiros en el fango

y en las cornisas de una morada blanca

Edgar Alan Poe escucha un graznido

que grita nuevamente

“Never more” “Never more”


Bagdad

aguanta una noche más



Ni sábanas blancas

ni bolsas negras de polietileno


Los niños mujeres y ancianos

que yacen en el suelo

son recogidos con las dentadas

palas retroexcavadoras

y lanzados a las volquetas

--herrumbrosas carrozas funerarias—

que atesoran montículos de muertos


Bagdad

tal vez no te quede otra cosa

que reconciliarte con la sangre y el fuego


Bagdad

aguanta una noche más


En sus plácidos jarales

Omar khayyam escanciará una copa de vino

y escribirá nuevas Rubaiyat

escribirá con tristeza y desasosiego

escribirá sobre astronómicas distancias

sobre máquinas de guerra

sobre el amor y el odio

cuerpos lacerados

sangre derramada

correntosa inocente y pluvial


Y allí

en Ciudad Zader

niños que en otros tiempos

corrían sonrientes entre los palmerales

redundan con sus cuerpecitos trémulos

con miradas lejanas

galopantes en otros reinos


Los cañonazos suenan

y caen abatidos los cuerpos

sangrantes

en la noche

Luego

son semillas diseminadas al alba

Forzosamente se cumple un antiguo mandato

-a la tierra lo que es de ella-


En el campo de exterminio

cerca de los ríos

tal vez los cormoranes pescarán piedras preciosas


¿Y qué puede ahora la palabra contra todo?

Contra la muerte y el hambre

la tristeza y el escombro

si están las balas segando las miradas

y el paisaje está siendo asolado por los tanques


Bagdad

aguanta una noche más


Qué puede la palabra

cuando la mirada explora

en yacimientos de dolor

es combustible la ira y la indignación

Y

en estos campos oficia el crudo y refinado arte de matar


La pupila se calcina

temblorosos los labios musitan

el silencio cabalga sobre vastos territorios


Qué puede ahora la palabra

qué puede mi pluma

qué puede mi deseo

qué puede este dolor.

Bagdad

aguanta una noche más.

2 Comments:

At 2:39 PM, Blogger emar5 said...

Hola , me ha gustado tu escrito, el ritmo y la forma de narrar una realidad q es verdaderamente triste, un saludo.

 
At 11:45 AM, Blogger Xana S.Seixas said...

yo creo que la palabra al menos sirve para despertar las conciencias dormidas.Mientras haya palabras eso es lo que nos queda frente a un mundo que muchas veces supera a la ficción,saludos,volveré a pasar por el blog

 

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